domingo, 21 de noviembre de 2010

La Historia vuelve a repetirse...

Make love, not war...

Gato 'pejista' guerrero

Gato dramático (del PRI?...)

LA CORNADA

Por Renecio del Rincón t.

“La multitud cuando ejerce autoridad, es más cruel que los tiranos”…

-Platón.

Se dice que la Historia tiende a repetirse. Y lo estamos comprobando: En 1910 a mediados de año, el iniciador de la revolución en contra del dictador Porfirio Díaz, convocó al pueblo mexicano desde su prisión en San Luis Potosí, a levantarse en armas en todo el país precisamente el 20 de noviembre a las seis de la tarde… Tan sólo le faltó a don Panchito I. Madero agregarle a su Plan de San Luis, como en los carteles taurinos, ‘Si el tiempo y la Autoridad lo permite’. Que no lo permitió, pues los mínimos casos aislados de insurrección que se dieron, fueron rápida y expeditamente liquidados. Fue hasta los primeros meses de 1911 que Madero logró conjuntar fuerzas armadas suficientes para que el régimen parara oreja de que la cosa iba en serio; tan en serio que en la primera plaza que ocupó, la 3 veces mártir Torreón, su principal ‘general’ Pascual Orozco se le sale por primera vez del huacal (la 2ª sería en Ciudad Juárez y la 3ª en 1913…) al ordenarle a su lugarteniente Benjamín Argumedo la ¡oprobiosa masacre de cosa de 200 ciudadanos de origen chino! Triste trofeo nomás pá celebrar que las armas revolucionarias por primera vez se habían ‘cubierto de gloria’… Esperemos confiados que para el 9 de febrero de 2011 deje de repetirse la historia de Isleta, Coahuila, y no vaya a aparecer un desembarco en Yucatán de ‘pejistas’ armados y adiestrados en Cuba y financiados con petrodólares venezolanos.

En los últimos años previos a este del Centenario de la Revolución Mexicana, y luego de la derrota en las urnas del Mesías de Macuspana, ungido campeón de la dispareja izquierda huehuenche, sus activistas dispersos en todo el país han estado fintando contra la estabilidad de la república y la tranquilidad del pueblo mexicano, sugiriendo un 2º levantamiento popular aprovechando la ocasión de los deslucidos festejos alusivos. Y no son mis nervios que me hagan ver moros con tranchete: Recién ayer declaró el presidente Calderón pidiendo que la paz prevalezca: “Más allá de los tintes de profecía de quienes auguraban para ahora, entre nosotros, sólo rencor, violencia y lucha de hermanos contra hermanos”… No hay, en esta ocasión, longeva dictadura alguna que derribar ni intolerables abusos sociales ni latifundistas extranjeros ni existen ya ‘tierritas’ repartibles. ¿Cuál sería entonces la bandera de la neo revolución? Lo que hay en México es un tímido ensayo de democracia que no ha podido despegar gracias a los denodados esfuerzos de la corrupta partidocracia refractaria a la pérdida de sus privilegios y canonjías, logrados precisamente a la sombra de la triunfante revolución y sus ‘cachorros’ herederos. La revolución mexicana lo único que hizo fue sustituir la casta de ‘científicos’ porfiristas por sucesivas hornadas de científicos priístas y ahora de sus imitadores panistas. Los profundos cambios sociales que tal movimiento preconizara están todavía pendientes todos, la corrupción y la inseguridad rampante como nunca lo estuvo durante el Porfiriato, al menos entonces se notaba la presencia de la autoridad. ¿Cuál fue la ganancia, dónde está el cambio en el país, dónde la paz y el órden? Lo que ayer se celebró no fue otra cosa que el gran fracaso de la Revolución Mexicana… Y no es un heredero de encomenderos, repartimientos, o latifundistas quien, amargado, escribe esto. Mi abuelo, padre y tío así como muchos otros parientes cercanos, fueron revolucionarios que sufrieron del hedor de la pólvora y del horror del combate y nuestra familia pasó las de Caín para sobrevivir decentemente durante ese período. Y, ¿todo para qué? Tan sólo para trocar unos científicos voraces por otros mil veces más hambrientos; cosa que estoy seguro se repetiría en una segunda hecatombe… Esta columnilla aparece usualmente los viernes; por esta ocasión intencionalmente la pospuse a la espera de las seis de la tarde del día de ayer. No news is good news, aseveran los gabachos…

Con gran visión, profetizó Catón el 05/10/10: “Me temo, sin embargo, que los festejos del Centenario de la Revolución no tendrán el mismo efecto de despertar ese patriotismo (que despertaron los del Bicentenario). En la imaginación del pueblo dominan dos figuras, las de Zapata y Villa, que tienen más de populares que de heroicas por encima de personajes institucionales como Madero, Carranza y otros que participaron en esa lucha cuyos efectos aún no han sido evaluados cabalmente y con objetividad”. Que no hayan sido evaluados por los historiadores serios no oficiales, dada su poca antigüedad, no significa que el pueblo -con más de tres dedos de frente- no los haya condenado desde hace buen rato…

Y, para endulzarnos la amarga píldora: “Lo bueno: le estás hablando de sexo a tu hija adolescente. Lo malo: ella te interrumpe. Lo peor: para corregirte”…

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