sábado, 15 de octubre de 2011

Te lo dije!...

Thomas (ahora 'Tammy') Lobel, 11 años

El baratillo, o San Juan de Dios?...

Mortal accidente al wingwalker...

LA CORNADA

Por Renecio del Rincón t.

“Hay un tiempo de tronar cohetes, y otro de recoger las varas”…

-Anónimo.

¡A recoger varas, señores y señoras!...

La ‘progresista’ izquierda mexicana se cubrió de gloria al implantar -forzosamente- en su incondicional ínsula defeña ‘avances’ legaloides que institucionalizan el aborto, el matrimonio de homosexuales y, el colmo de la estupidez, la adopción de infantes por estos enlaces inconcebibles (en todas sus acepciones). Dicho en términos pueblerinos: se dieron vuelo tronando ‘cuetes’ ideológicos sin escuchar las sensatas advertencias sobre su inconveniencia social. Y ahora, ya empezamos a ver las consecuencias de semejante libertinaje y demencia; considera si no, lector pensante, la siguiente noticia reveladora recogida por La Vanguardia de Barcelona (Redacción) el 01/10/11:

Thomas Lobel, tiene un trastorno de identidad sexual y se encuentra en proceso de tratamiento de hormonas desde hace años en Berkely (California) para dejar de pasar por la pubertad como un niño, informa la Cadena Ser. Thomas ahora es Tammy y tiene 11 años. Es hijo adoptivo de dos mujeres que alegan que el cambio de sexo del niño es mucho mejor ahora que esperar a que sea adulto. El caso conmociona a Estados Unidos. El hijo adoptivo de Debra Lobel y Pauline Moreno había manifestado desde hace años su intención de cambiar de sexo y sus madres lesbianas lo acompañaron en su empeño, según muestra un vídeo de la CNN, a pesar de las críticas de sus amigos y familiares. Las mujeres adoptaron a Thomas con dos años y, aunque sus madres siempre quisieron que fuera una niña, aseguran que nunca lo presionaron (¡Oh, sí!) para que se convirtiera en mujer”… Es odioso, pero imperativo, recordarles a nuestros brillantes y valientes (con la milpa de mi compadre…) ‘progres’ autóctonos: ¡TE LO DIJIMOS, BABOSO!...

Y sobre la otra vertiente de los desatinos zurdos, nos aclara muy oportunamente la lectora Sra. Gloria Lozano de Escoto, Verde Valle, Guadalajara, Jalisco: “He buscado en mi enciclopedia el significado de la palabra aborto y encontré su definición: ‘el aborto es la expulsión de la matriz, de manera natural, de un feto que no fue viable’. Al aborto inducido se le denomina ‘aborto criminal. ¿Cómo es posible que se esté discutiendo si se legaliza o no un acto criminal?”...

Salvador Camarena, estúpido, tendencioso y activista de izquierda en engorda, además de corresponsal en México del diario español El País, despotrica al escribir ahí el 29/09/11: “¿‘Prevenir embarazos no planeados’ equivale a condenar a la mujer que ya tiene uno a que se quede así, incluso cuando sea producto de una violación? Al parecer, la respuesta de Calderón es que sí, al menos a la luz de lo visto en los últimos días, jornadas en las que el mandatario encabeza una ofensiva para que la interrupción del aborto esté prohibida en México”. Bullshit, Salvador, infórmate mejor antes de rebuznar. Con excepción del D.F., donde aparentemente vegetas, los códigos penales de la mayoría de los estados mexicanos prevén (desde hace muchísimos años, quizás antes de que -desafortunadamente- nacieras), la despenalización del aborto inducido en casos de violación, minoría de edad o peligro inminente para la madre. El que por su gusto es buey, hasta las coyundas lame, Salvador…

El bache más largo del mundo…

Si Tláloc estuvo de humor, hoy debió cantarse en ‘Guanatos’ el play ball de los inoportunos e inútiles Juegos Panamericanos o ‘parapléjicos’ (por sus numerosas ineptitudes y tropiezos) como fueron de inmediato motejados por gran mayoría de aprehensivos jaliscienses que –tal vez negativamente, tal vez no- sienten en su sensible entraña que “no está la Magdalena para tafetanes” y que si tantísima sangre, sudor y lagrimas derramadas en tan deportivo y engañoso empeño mejor hubiese sido encaminada a resolver tantísimos calvarios cotidianos del jalisciense, otro consorte de la gallina nos cantaría… Quien esto escribe anduvo por la otrora Perla de Occidente, o Ciudad de las Rosas, justo en la víspera y antevíspera de la rumbosa y carísima inauguración de los Juegos, en el desahogo de asuntos particulares por una buena porción del ámbito ciudadano y bajo un temporal acuoso que muchos tapatíos tildaban como el ‘cordonazo de San Francisco más largo de la historia’. Aunque no tan largo como el increíble y cenagoso bache continuo en que están convertidos todos los pavimentos de las calles citadinas en la zona céntrica de Guadalajara, con la excepción de aquellas vías que conducen a los escenarios deportivos que a toda prisa, a enorme costo y a la ‘trompatalega’, fueron repavimentados y remozados, aunque las lluvias desde luego afectaron el ‘nuevo’ asfalto de la avenida Hidalgo, revelando una falla más en la larga lista que hasta quejas de los atletas sobre su alimentación ha motivado ya…

Aunado esto a los caprichosos y sin previo aviso cierres totales de circulación en insospechadas arterias que difícilmente pudieran tener algo que ver con el festejo. Claro que los mexicanos deberíamos estar acostumbraditos al vedetismo e ineficacia crónica de la ‘autoridá’ en tiempos de stress… Como muchos fuereños, confieso haber caído en enamoramiento con la ciudad -de no más de medio millón de habitantes- que conocí desde mis tiempos de estudios secundarios y preparatorios, romance renovado al desposar luego a una bella tapatía y allí criar y formar una familia con tres magníficos hijos en un lapso de más de 40 felices años. En mis actuales periódicos viajes al viejo Guanatos en busca de salud, me he percatado últimamente que alguien o ‘alguienes’ me han escamoteado a mi amada ciudad, a la que veo irreconociblemente deteriorada, sucia, fea y caótica y, sobre todo, mal dirigida, conservada y gobernada por la partidocracia de cualquier color y talante. ¿Qué habéis hecho con mi Perla, malandrines? Para efectos prácticos, Guadalajara sigue siendo la Ciudad de las Rosas de la antigua avenida Tolsa-Munguía para el poniente, y es de lo único que el tapatío puede presumir. Porque de ese lindero hacia el oriente, Guanatos pareciera más bien La Habana, Bombay, Marrakesh o Calcuta: un infecto zoco, hediondo, sobrepoblado, inseguro y en pleno derrumbe tanto material como moral. ¡Qué pena y qué vergüenza del desmadrito que les he legado a mis tapatíos hijos y nietos! Mea culpa, por no haber previsto el actual estado de cosas…

Y, para endulzarnos la amarga píldora (¿?): Requiescat in pace la Sevilla mexicana, orgullo del occidente del país…

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