viernes, 16 de enero de 2009

Regalo de Reyes

Karolina Kurkova
Regalo de Reyes, o boccata di cardinale...


LA CORNADA
Por Renecio del Rincón t.

“¡Dios!, ¡Qué buen vasallo! / Si tan sólo tuviera buen Señor…”
-Poema medieval del Mío Cid.


En su blog del diario El Universal, La Otra Opinión, el fino periodista Ricardo Alemán nos habla de “Esa gozosa compulsión de creer que eres dueño de la verdad absoluta”. Pero, luego se pregunta: “¿Y qué tal si el otro, con el que platicas, discutes... tiene la razón? Bueno, ya no digas que tiene la razón. Déjalo en que puede tener una opinión que vale la pena pensarla… acaso discutirla…”

Con esa clase de inspiración trataremos de hacer de este blog un remedo de lo exitosamente logrado por Alemán: “Un ejercicio de tolerancia, pero también de irreverencia; de ideas sin fanatismo, pero con humor. De libre expresión, pero sin el lastre del insulto y la descalificación”. Dicho en sus propias palabras, y que El Señor nos auxilie en la difícil tarea de hacer de este espacio lo que es La Otra Opinión: “Una chispa para expresar esa idea que no se atreve a salir porque decirla ‘es políticamente incorrecto’”…

No hay pa dónde hacerse
Ante la cercanía de los comicios intermedios este año (las pre-campañas empezarán en unos cuantos días), el lector de El Universal, ‘Orlando el Furioso’, opina 12/01/09: “Votar por el PRI es la peor regresión y sería el peor error, y votar por el PRD sería muestra de gran estupidez. Por favor piensen bien, si las cosas están mal con quien está tratando de resolverlas, no quiero ni pensar a lo que pueden llegar si el poder lo llegan a tener los dinosaurios del PRI o la cochinería corrupta del PRD. Vean a Muñoz Ledo, beodo consuetudinario y es el cerebro, bueno "cerebrito", del acerebrado peje”. Aunque motivos sobran, no nos pongamos tan furiosos como don Orlando pero al menos reconozcamos la tristísima calidad humana de la clase política mexicana, y su rotunda y absoluta voracidad y ausencia de principios básicos y fundamentales en quien pretende constituirse en guía y rector de una sociedad, ayuna también -por desgracia- de principios morales anestesiados por décadas de gobiernos autoritarios en lo e$encial, pero permisivos con la ciudadanía en lo ético, a cambio de ‘dejarlos hacer’ con su silencio cómplice.

Basta comprobar el anterior dicho con las bancadas, de cualquier color, del vergonzoso poder legislativo federal o estatal, o de los deplorables magistrados del judicial, o de los siempre ávidos regidores en cualquier pueblo rabón; cuando se autorecetan jugosas canonjías, incremento a las ‘dietas’ (¿?), bonos navideños, o de ‘productividad’ o desempeño, viáticos indebidos o lujosos automóviles; todos con cargo al presupuesto a punto de fenecer. Claro, ¿Cuándo se ha visto que devuelvan fondos no utilizados a la Tesorería?... ¿Que los gobernantes del azul reparten dádivas millonarias a televisoras, santuarios o mafias camioneras creadas por la mafia antecesora? Pero, ¿pues en qué país naciste, criatura? que hasta hace 3 sexenios te das cuenta de lo que los gobernantes tricolores (¿cuándo devolverán los colores?), o amarillos, o verdes o multicolores, han hecho eso SIEMPRE o sea, saludar con sombrero ajeno. Lo que pasa es que antes del cambiazo la cómplice prensa disfrutaba también de la bonanza, faltaba más… Nomás nos falta que volviera, cual vulgar PRI, el asqueroso “chayote” sublimado a ígneas alturas por ese mismo PRI que quiere volver, volver, volver… Recuerda Catón a olvidable presidente mexicano: “López Portillo, por ejemplo, habló con apego a la razón cuando dijo su famosa frase: ‘No te voy a pagar para que me pegues’... La dirigió a ciertas publicaciones que, a pesar de percibir jugosos ingresos por publicidad oficial, atacaban a su régimen. Ahí no hubo censura: simplemente el Gobierno reaccionó contra quien quería mamar y dar topes. Esa expresión, aunque populachera, cuadra muy bien aquí. ¿Queréis mayor claridad, pa traerte el quinqué?”...

Lo verdaderamente grave del asunto no es tanto que TODOS los partidos, grandes o chicos, hayan abrazado fervientemente las nocivas prácticas tricolores, no, para agregar la burla al insulto, ahora la dizque crítica política ciudadana se entretiene -y distrae- con nimios e irrelevantes asuntos para ‘atacar’ al adversario e ignora los de verdadero peso y perjuicio al país: Que si el jefe de oscura oficina municipal prohibió a las consentidas ‘secres’ el uso en horas de trabajo de la minifalda, o que las toallas, botas y ‘vieja’ del grandote, y ahora, la sensación: el alcalde panista de Guanajuato ‘prohibe’ en las calles de esa ciudad ¡los besos!… Si hasta en plena Plaza de San Pedro en el Vaticano, ¡Vicente y Martucha se agasajaron con tronados picoretes! ¡Habráse visto desmemoriado este! La realidad es que el aprobado Bando de Policía y Buen Gobierno sanciona, literal, “A quien realice ‘tocamientos obscenos’ en espacios públicos”, o ‘besos olímpicos’, dijo el alcalde en cuestión… Hay diferencia, aunque claro, sobrarán genízaros que harán su agosto con las enamoradas parejitas, como siempre ocurre, siendo el ejemplo extremo la cacareada pena de muerte, satanizada por el ‘mal empleo’ que de ella harían... los políticos sobre todo.

Para nada importa que la izquierda, por populismo y en busca del fácil voto del imbécil, apoye el aborto (que el Congreso de Colima acaba de rechazar), o la legalización de la droga y el ‘matrimonio’ homosexual; según Babalucas lo que sí no tiene perdón es la inconfesable pretensión de algún cardenalete de miér…coles de ceniza, de que “La homosexualidad debe permanecer como una relación privada”. Como tantas otras que el concepto lúdico de nuestra gente prefiere realizar a media calle. Amén. ¿Será cierto que los pueblos tienen el gobierno que se merecen? No nos queda más que preguntar como el Chapulín Colorado: ¡Oh!, y ahora ¿quién podrá defendernos?... Para terminar, ¿Por quién va Usted a votar?

Y, para endulzarnos la amarga píldora: Le decía el papá del Peje a otro señor: “Los animales hacen a veces cosas realmente conmovedoras. Mi hijo tiene un perro. Día tras día lo acompañó a sus clases en la UNAM, hasta que ya no pudo ir con él. “¿Le prohibieron que lo llevara?” –pregunta el amigo. “No, -responde el señor López- El perro se graduó primero”…
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