jueves, 7 de agosto de 2008

DURA LEX SED LEX

LA CORNADA
Por Renecio del Rincón t.

Lacrimosa telenovela de héroe terrorista

El canadiense Omar Khadr de 21 años actualmente, fue capturado en el 2002 en Afganistán por el ejército de Estados Unidos tras haber arrojado una granada de fragmentación a sus fuerzas en ese país, matando a uno de sus soldados. En el 2003 fue interrogado extensamente -por espacio de 7.5 horas- en la prisión de Guantánamo, Cuba, por agentes de inteligencia canadienses, quienes informaron a su gobierno que el reo no muestra señales de maltrato. Ni de arrepentimiento. El Premier canadiense Stephen Carter avaló que continúe el proceso militar en su contra en Guantánamo, con la muy leve pena máxima de prisión perpetua. Lo anterior provocó que la defensa del Omarcito difundiera un fragmento de 10 minutos de la grabación de aquél interrogatorio, mostrando a un ‘frágil’ adolescente de 16 años llorando, arrancándose pelo en desesperación y acusando desgarradoramente: “Perdí mis ojos. Perdí mis pies. Lo he perdido todo”... Prueba irrefutable de la defensa, con el típico cinismo de la propaganda roja, no obstante que ojos y pies estaban donde debían estar...

El mundo entero se ha horrorizado por el despiadado empleo de niños/soldados en Àfrica y Asia, realizando el trabajo sucio del socialismo global en contra del Imperio del Mal. La conclusión estremecedora es que esos niños y adolescentes, adecuadamente entrenados, resultan excelentes, dúctiles y eficaces asesinos... En lo personal, me maravilla que los crueles esbirros del U.S. Army hayan permitido que el asesino de uno de sus miembros quedara vivo. Pienso que el ñengo ese, fanático activista canadiense que, pese a toda su fragilidad, tuvo los tamaños y la entereza de conseguir y activar un artefacto mortal en perjuicio de un ser humano -aunque éste fuera un odiado soldado yanqui- debe mostrar los mismos pantalones y la consiguiente entereza de afrontar un pelotón de fusilamiento. En especial ahora que alcanzó su mayoría de edad. Lex sed dura, Lex sed Lex...

Ya lo dijo antes la pensante Myriam Vachez, Cónsul de Francia en Guadalajara, regidora priísta allí mismo, y editorialista de Mural, al definir la esencia de la Bienpensantía política: “Que, como todos sabemos, es prerrogativa única de la izquierda; deja al otro pobre en ridículo y ganan sin siquiera discutir... Lo dicho, la bienpensantía siempre gana y lo políticamente correcto es de izquierda o no es”.

Y otra de noble pandillero

En similar tesitura, pero con arpegios más próximos a nuestro sensible miocardio, tenemos el sorprendente desarrollo en el caso del compatriota (¿?) condenado a muerte en el estado de Texas, Joe Medellín. Tamaulipeco de nacimiento, pero criado (y por lo visto, malcriado...) desde niño en EU; como miembro de una pandilla callejera de Houston en junio de 1993 y por tratarse de una ceremonia de iniciación, junto con otros 5 salvajes -entre ellos su hermanito ‘Vinnie’, Venancio cuando era mexicano- atacaron a 2 jovencitas, Jennifer y Elizabeth, de 14 y 16 años que por ahí pasaron (una de ellas de ascendencia mexicana también), violándolas en forma tumultuaria, las torturaron y, finalmente, las asesinaron ahorcándolas con las propias agujetas o cabetes de sus tenis, después que se reventara el cinturón con el que primero asfixiaban a la de 14 años: “La puta no se moría...” declaró luego Joe. La de 16 años tampoco fue perdonada no obstante les ofreciera dejarse violar después cuantas veces quisieran...

Medellín fue condenado a muerte después de un juicio legal con defensor de oficio gratuito y todos los chuchulucos a los que allá tienen derecho y que aquí ni siquiera soñamos los mexicanos de tiempo completo. Interviene activa y oficiosamente el Servicio Consular mexicano, logrando ante corte internacional un fallo favorable que suspende la ejecución programada para el 5 de agosto próximo, todo ello en virtud de que EU violó los derechos de Joe al fallar en notificar al consulado mexicano más cercano (Joe ya ni siquiera se acordaba ser mexicano), y ahora puede ser que lo suelten para que regrese a la patria que tampoco conoce ya, a recibir honores de celebridad internacional y quizá vender a buen precio su historia para un libro o taquillera película. De perdis le hacen un corrido...
Yo le estimaría mucho a nuestras máximas autoridades que no anden gastando los dineros de nuestros impuestos en affaires tan turbios y vergonzosos como éste, y que mejor los destinaran a solventar la menor de las muchas carencias que este tan saqueado país padece. Pero mucho más les agradecería desde el fondo de mi miocardio, que una vez que Joe esté como héroe en México me concedieran tan sólo 15 minutos a solas con él, con impunidad mexicana. Les juro que no llevaré a esa entrevista mas que un par de los cabetes de mis tenis... Todo se vale si de fastidiar al odiado yanqui se trata; bueno sería que les declaráramos la guerra ahorita que tan enredados andan en Iraq y Afganistán. Quien quite y hasta la ganáramos sin pelear.

De última hora: Duro revés a la política exterior mexicana: El estado de Texas rechazó el veredicto de La Haya, y el pasado martes 5 a las 21:48 hrs. (8 minutos después que la Suprema Corte de Justicia desechó la apelación final de $u$ activo$ abogado$) ajustició a Joe con 3 inyecciones letales. Reflexiones póstumas: a)- A Joe le fue mucho mejor que a Jennifer y Elizabeth pues murió sin dolor; sobrevivió 15 años más que sus víctimas con todos los gastos pagados por los ciudadanos texanos; y escapó de ser violado tumultuariamente en su cómoda y segura celda de la prisión de Huntsville. b)- Desde el martes, el mundo es un sitio poquititito más seguro y amable para las quinceañeras. ¡Enhorabuena, Texas! c)- Ni modo, mis 15 minutos con Joe se fueron al caño. Quizás para la próxima... Que la habrá, puede Usted estar seguro.

¿Seguimos endulzándonos la píldora?: Va un señor por la calle y se asombra al oír que de un montón de cemento allí abandonado salía una voz: “Tizna a tu madre, genio, tizna a tu madre” Intrigado, preguntó dirigiéndose al cemento: “ ¿A qué genio te refieres? Responde la misteriosa voz: “A uno que no sabe ortografía, me dijo que me cumpliría un deseo ¡y yo le pedí que me convirtiera en un semental!”... (mira, igualito que el Apodaca y el anterior de la Casa de la Cultura. Y no por sementales, como Joe, sino por nangos sin ortografía. )

¡Nos leeremos en la siguiente Cornada! Y manda tus pertinentes comentarios, impertinentes ¡abstenéos! “Que estoy más fiero que un león / no vaya a sacar la espada / y os atraviese... la chanfaina”. ¡Abur
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