viernes, 26 de febrero de 2010

Jodidísimos

Mexicano previsor...

Previsor El Vasco Aguirre.

LA CORNADA

Por Renecio del Rincón t.

“El negocio más expuesto a la quiebra es el de la cristalería”…

-Woody Allen, actor, director y filósofo.

Jodidos

Estoy absolutamente convencido que a los mexicanos nos gusta chuparnos el dedo… Y de este feo vicio nacional, una buena medida de culpa y certificado de origen corre por cuenta y riesgo de nuestros inefables medios de difusión, llámense impresos o electrónicos. ¿Que por qué tan riguroso y aventurado juicio sobre los gustos y costumbres de la raza de bronce y cósmica? Porque no es posible que en un país al borde del acantilado, donde la alternancia política ya se fue a pique; donde hay ciudades y estados completítos en los que no hay más ley que la del hampa; donde el gobernante se dedica única y exclusivamente a roer mondo y lirondo el hueso, en lugar de cumplir con su parte del contrato social; donde cada quién hace lo que le viene en gana sin importar reglamentos o urbanidades; digo, en medio de tal batahola, nos distraemos y solazamos los mexicanos en las torpes declaraciones de un vividor del deporte que ha tenido la suerte de dirigir nuestra no menos torpe selección nacional de fútbol: El Vasco Aguirre y sus muy subjetivas apreciaciones en torno a la jodidez de nuestro país. Esto es, un casi respetable señor cuyo mérito único en la vida ha sido haber dosificado sabiamente sus patadas… a cambio de algunos mugrosos millones de dólares, invertibles en la orilla más remota a la jodida costa mexicana.


Por vez primera, no puedo menos que solidarizarme con la opinión de la exquisita obradorista, doña Guadalupe Loaeza, quien el 25/02/10 nos deslumbra y encauza en la correctísima dirección: “Yo hubiera dicho que El Vasco tiene razón, vivimos en un país cada vez más jodido. Da miedo salir a la calle, vivimos angustiados por nuestros hijos y nietos, no hay trabajo, la justicia en México no funciona; la corrupción está en todos lados, nadie respeta nada, la infraestructura (las instalaciones eléctricas, el pavimento, las carreteras, el ferrocarril no existe) está en ruinas, somos los más gordos del mundo, al mismo tiempo hay millones de pobres; la educación está para llorar, las telecomunicaciones están en manos de unos cuantos, el turismo ha decrecido notablemente, el entorno ecológico está cada vez más deteriorado, el crimen organizado se ha adueñado del país, importamos todo y exportamos gente, el número de asesinatos crece día a día y ninguno se resuelve, etcétera, etc, etc”… Y que conste que, no obstante mi proverbial flojera a exprimirme la tierna mollera para escribir algo, a mi no se me olvidó citar mi fuente y usar entrecomillado. Cosa que ya le ha sucedido a ella más de una ocasión… Como nunca, en las presentes circunstancias y compañía, yo concuerdo con Catón en que este país está “ligeramente jodidísimo”… ¡Pero contento!


Y cuando la prensa no está alimentándonos con los sesudos juicios morales de un señorito de la cancha, nos expone la cloaca política de los dimes y diretes entre el digno edil de Tlajomulco, Jalisco, y el capo di tutti capii que regentea el jugoso presupuesto universitario en Jalisco. Pero eso será materia de la siguiente entrega…


Y, para endulzarnos la amarga píldora: Pepito llegó escandalizado a su casa y le platica a su mamá: “El profe nos habló de un animal muy, pero muy caliente. Se llama pulpo”. “Pero Pepito, si el pulpo es un animal de sangre fría” -replica la mamá. “Pues el ‘maistro’ asegura que es tan así que tiene 8 tienta-culos” -insistió el chiquillo. “Tentáculos, sordito, tentáculos”...

[i]


[i]