sábado, 18 de abril de 2009

Reclutas israelíes en revista.



Este reservista entró a Gaza muerto de miedo. !Pero entró!...




LA CORNADA
Por Renecio del Rincón t.

“Es posible contar una gran mentira a base de reunir
pequeños trozos de verdad”…
-Anónimo


Bernard-Henri Levy, filósofo y escritor francés, escribió y publicó en el New York Times el pasado febrero esta apasionada defensa de su Madre Patria: Israel. No por pereza, sino por considerarla -pese a su pasión- una pieza de extraordinaria lucidez de ideas, precisión de conceptos y elegancia en sus términos, es que hoy te la transcribo íntegra para tu deleite, lector:

“Dado que no soy un experto militar, me abstendré de juzgar si los bombardeos israelíes sobre Gaza podrían ser mejor dirigidos, menos intensos. Dado que durante décadas no he sido capaz de distinguir entre los muertos buenos y los muertos malos o, como acostumbraba decir Camus, entre las "víctimas sospechosas" y los "verdugos privilegiados", también me siento alterado profundamente por las imágenes de niños palestinos que han sido muertos. Dicho esto, y tomando en cuenta que ciertos medios de comunicación han sido arrastrados nuevamente por los vientos de insensatez, como siempre es el caso cuando Israel está involucrado, me gustaría recordar a todos ciertos hechos:

1. Ningún gobierno de mundo, ningún otro país que no sea el vilipendiado Israel arrastrado sobre el lodo, satanizado toleraría que miles de granadas caigan sobre sus ciudades año tras año. Lo más notable en este asunto, la verdadera sorpresa, no es la "brutalidad" israelí; es, literalmente, sino cómo ha limitado su respuesta.

2. El hecho de que (los) Qassam, de Hamas, y ahora sus misiles Grad han causado hasta ahora tan pocas muertes no prueba que estas armas sean artesanales, inofensivas, etcétera, sino que los israelíes se protegen a sí mismos, que viven enterrados en las cuevas de sus edificios, bajo protección: una existencia de pesadilla, en suspenso, con el sonido de las sirenas y explosiones. Yo he ido a Sderot (en la frontera con Gaza): yo sé…

3. El hecho de que, por el contrario, las granadas israelíes provoquen tantas víctimas no significa, como proclaman iracundamente los manifestantes, que Israel esté llevando a cabo una "matanza" deliberada, sino que los líderes de Gaza han optado por la actitud opuesta y están exponiendo a sus poblaciones, dependiendo de la vieja táctica del "escudo humano". Lo cual significa que Hamas, como Hizbolá hace dos años, está instalando sus centros de mando, sus reservas de armas, sus búnkers, en los sótanos de edificios, de hospitales, de escuelas, de mezquitas. Es eficiente, pero repugnante.

4. Hay una diferencia radical entre los combatientes, que deben reconocer aquellos que quieren tener una idea "correcta" de la tragedia y de los medios para poner fin a ella. Los palestinos abren fuego sobre ciudades o, en otras palabras, sobre civiles (lo cual es calificado, en la ley criminal internacional, como un "crimen de guerra"); los israelíes eligen sus blancos en objetivos militares y causan, sin tener la intención de hacerlo, "daños colaterales" que, si bien son terribles, señalan una verdadera asimetría estratégica y moral.

5. Ya que tenemos que poner los puntos sobre las íes, recordaremos nuevamente un hecho que, extrañamente, la prensa francesa rara vez ha mencionado y del cual no tengo precedente en ninguna otra guerra, o por parte de cualquier otro ejército: durante la ofensiva aérea, el ejército israelí exhortó a los residentes de Gaza que vivían cerca de blancos militares para que evacuaran la zona: un ministro israelí dijo que se hicieron 100,000 llamadas. El hecho de que esto no altera la desgracia de las familias cuyas vidas han sido rotas en la carnicería, es obvio, pero no se trata en forma alguna de un detalle totalmente carente de significado.

6. Finalmente, en lo que se refiere al famoso bloqueo total impuesto sobre un pueblo que está muriéndose de hambre, que carece de todo en esta crisis humanitaria "sin precedente": una vez más, esto no es correcto en sus hechos. Desde el principio de la ofensiva terrestre, los convoyes humanitarios cruzaron incesantemente el pasaje Kerem Shalom. Según The New York Times, el 31 de diciembre en un sólo día cerca de 100 camiones cargados con alimentos y medicinas ingresaron al territorio. E invoco, sólo para preservar el recuerdo del hecho (porque no hay necesidad de decirlo, pero quizá sea mejor decirlo ... ) de que los hospitales israelíes continúan, incluso mientras escribo esto, aceptando y cuidando de palestinos heridos cada día”.

Por nuestra parte, sobraría cualquier comentario.

Y, para endulzarnos la amarga píldora y como ya terminó la cuaresma: El oftalmólogo termina de auscultar concienzudamente a la linda muchacha. Le había pedido desnudarse por completo para hacerle un examen detenido. Acabada la revisión le dice: -“Ya puede usted vestirse, señorita Rosibel, en el estudio que hice de su cuerpo por medio del tacto no encontré nada anormal. Voy a examinarle ahora los ojos. Quizás ahí esté la causa de las manchitas negras que ha estado viendo últimamente...”.

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