viernes, 15 de julio de 2011

Ludopatías 2011

Suprema idiotez en la San Fermín!

El Niño Héroe Gómez a la extrema derecha...

La Herradura: Rincón del Arte, nidito romántico, y mingitorio público...

LA CORNADA

Por Renecio del Rincón t.

“El primer placer en este mundo es ganar en el juego,

y el segundo placer, perder en el juego”…

-Barbey d’Aurevilly, Las Diabólicas.

De trastornos de conducta…

Nos ilustra el licenciado Flavio Romero de Velasco, ex gobernador de Jalisco y ahora excelente editorialista, el 02/07/11: “Según expertos de la Organización Mundial de la Salud, la LUDOPATÍA es un trastorno del comportamiento ligado al juego de apuestas y de azar. Es una adicción, una enfermedad compulsiva por lo general incurable, a la que son propensas personalidades aprehensivas, ávidas de emociones fuertes reservadas a la torturante expectativa de ganar o perder. La ostentosa proliferación de casinos en Guadalajara, amenaza con convertir a la ciudad en un émulo de Las Vegas, lugar emblemático del juego y el vicio. ¿Qué políticos encumbrados y prestanombres amparan su funcionamiento?... Ninguna autoridad local o federal se hace responsable de su crecimiento, pero el hecho está a la vista de todos: su incremento, nadie es capaz de detenerlo”. Y muchísimo menos en nuestra antigua y degradada ciudad natal, de la que guardamos mucho mejores recuerdos, Sayula… Es aquí donde ese trastorno del comportamiento definido por el licenciado Romero de Velasco se ensancha por encima de los juegos de azar, que también padecemos, hasta alcanzar alturas insospechadas:

Yo convengo en que quizá son causantes de ello las matronas sayulenses que, hartas de los desmanes cotidianos de el/la mocos@, lo exilian del lar hogareño enviándolo a ‘jugar’ en plena media calle… A partir de ese temprano trauma, el actual sayulense típico descubre su ideal paraíso lúdico, particular o en masa, -como en las importadas e importantísimas ‘comparsas’- justo en ese sitio de original destierro infantil, la calle. Allí conocerá, solo o en pandilla, la herencia mexicana más orgullosamente disfrutada, pregonada y presumida: el desmadre¡Al fin que la calle es libre, como Jalisco! Libre, para quedar atravesado en cualquier zaguán ahogado de borracho; o para allí comprar y consumir toda clase de guzguerías, sin olvidar tirar al paso los envases o sobrantes; o para externar en cualquier fachada citadina tu enorme talento graffitero o tu justa protesta ciudadana, de mafia o personal; libre, en fin, para cualquier capricho -acústico o etílico-, vacilada, o el desahogo hormonal o corporal en cualquier rincón o esquina. ¡Que viva el libertinaje y los derechos ‘humanos’!, tan arduamente conquistados que hasta el cura local predica públicamente la moderna doctrina de la no represión (¿teología de la li-be-ra-ción?...) a las conductas antisociales de la juventud contemporánea… ¡Ave María!

Y de aromas…

El columnista tapatío Diego Petersen, filosofa así en El Informador del 05/07/11: “Nada nos define tanto como el olor; cualquier perro podría decirlo. Aunque, quizá sabiamente, ponemos poca atención a los olores, éstos no sólo definen a las personas sino también a las ciudades. Todas las ciudades tienen un olor característico. El de la Ciudad de México es un olor a drenaje profundo que, aunque no llega a ser nauseabundo, es penetrante y poco agradable, que se percibe al paso de cada alcantarilla en el Centro.”

“París es una ciudad que huele muy mal, pero es tan bella que difícilmente ponemos atención al hedor. La mezcla de perfumes y sudores añejos del metro de París puede ser una de las experiencias más desagradables a las que se pueda enfrentar un ser humano, y las calles tienen ese olor podrido de los que fueron los pantanos de los alrededores del Sena. Madrid huele a ajo, un mismo aroma que sale de las ventanas de las casas y de los sobacos de los madrileños, etcétera… Cada ciudad tiene su olor y los habitantes somos los menos indicados para captarlo porque los hemos integrado a la ciudad.”… ¿A qué le huele Sayula, vecino? ¿Alguna vez ha pasado usted -sin máscara antigás- por la ‘herradura’ (si, la que aparece en nuestra foto) atrás del viejo, olvidado y céntrico Kinder? ¿Y ‘óndi más’ quería usted que alivien la vejiga los jóvenes conductores de taxi y autobuses foráneos, a los que sus empresarios (¿a poco ‘créiban’ que el servicio es gratuito?) les niegan una terminal digna y salubre, conforme lo dispuesto por la ley de la materia? Y qué mejor y más discreto lugar se imaginan para otra clase de ‘desahogos’ hormonales, o inquietudes pictóricas de tantísimo ignorado hartista, perdón: artista, como abundan en tan privilegiada y culta (¡ouch!, mi lengua…) población del Sur de Jalisco. Digo yo…

Y, para endulzarnos la amarga píldora: Carlos Loret de Mola vierte sal sobre viejas heridas, en los resultados de la elección en el estado de México: “¡Gulp! Tras anunciar su impugnación, pregunté a Encinas si podría nombrarse “gobernador legítimo”. Contestó: “Yo no estoy para vaciladas”… Pero, según el peje, ¡todo México sí lo está!

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