viernes, 28 de octubre de 2011

De tiranos...

Sadam Hussein + 2006

El derriere que Berlusconi admiró: Helle Thorning-Schmidt

Gadafi en su Haymah

LA CORNADA

Por Renecio del Rincón t.

“El odio no es más que carencia de imaginación”…

-Graham Greene, escritor y guionista inglés.

Mañanitas frías

A nivel local la noticia más impactante es el agravamiento del caos vial en Sayula no obstante que ahora tenemos, además de ‘tamarindos’, ‘negros’ de bicicleta pitando en las esquinas. A nivel estatal, no, no son los juegos ‘paramariguanos’ la noticia; ésta es la muralla de -emblemáticos- mezcales de afiladas pencas que el gobernador mandó sembrar en el camellón de Casa Jalisco, para protegerse de plantones de protesta. Que han sido muchos la verdad… En lo nacional, la izquierda se lleva las primeras planas con sus eternas trifulcas internas que ni siquiera le permiten determinar sus propias autoridades, ¡se dan hasta con la cubeta! En contrapartida, la Belisario Domínguez otorgada a don Cuauhtémoc Cárdenas le vuelve a poner de pie como el tercero en discordia. Veremos… Con semejante pobreza noticiosa y la súbita aparición de las mañanitas frías en nuestra población, como que la modorra se torna más espesa… por ello, dejamos el nivel mundial de la noticia en las capaces manos de quienes sí saben del indiscutible tema global de actualidad: Libia. Puesto en palabras de Jorge G. Castañeda: “Lo que muchos hemos querido decir, pero que ellos lo dicen mejor”

-Circula por Internet lo siguiente: “Libia ocupa el primer puesto en índice de desarrollo humano de África, y se le puede comparar en términos de PIB per cápita con países tan desarrollados como Argentina o México (¡!)… Menos del 5% de la población está considerada “pobre”. Tiene menos personas por debajo del umbral de la pobreza que Holanda (¡!) A excepción de los nómadas beduinos y los Tuaregs, la mayoría de las familias libias poseen Casa y coche. En Libia la sanidad y la educación es gratuita (¡como en Cuba!), es por ello que la tasa de alfabetización es del 82%. El año pasado, Gadafi, distribuyo US$500 a cada hombre, mujer y niño (¡Como el peje!); hagan números teniendo en cuenta que Libia tiene 6,5 millones de habitantes”. Lo envía alguien que dice ‘no simpatizar con el coronel’… ¡Cómo serás de hablador y mentiroso, Hugo Chávez!...

-Vale la pena recordar el artículo íntegro de doña Pilar Rahola, el 27/04/11 en La Vanguardia de Barcelona, cuando apenas arrancaba el drama libio: “Esto de las guerras, las dictaduras y las masacres va por barrios. “Depende, ¿de qué depende”, se pregunta Pau Donés, y la respuesta acumula todos los depende que permite la imaginación. Por ejemplo, la jaima (carpa beduina) de Gadafi es buena o mala, depende de si acabamos de venderle bombas de racimo o si las usa cuando no le hemos dado el permiso. Entonces, ¿se las habíamos vendido para que hiciera una exposición cultural? Y ¿cómo se pasa de ser miembro de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU a ser un perverso tirano que merece la guerra aliada? ¿Cuántos depende acumula la ONU en su eterno apaciguamiento con las dictaduras del mundo? Todo es un depende. Por ejemplo depende de la geografía, de la estabilidad de los recursos energéticos, de si es aliado o enemigo, de si acaba de comprarnos voluntades o ya no forma parte del círculo de amigos. Y sobre todo, depende de los negocios que hayan firmado, y que blanquean dictaduras con la misma alegría que tapan agujeros económicos. ¿Son las tiranías del Golfo enemigas de los derechos humanos? Depende. Si son amigas, los jefes de Estado las reciben en las escalinatas de los aviones, los dirigentes políticos se apuntan a las cenas de gala y en los entresijos del colorín televisivo, elogian los vestidos de las damas del harén. Incluso hay reyes que otorgan el Toisón de Oro –un emblema cristiano– a tiranos del petroislam que te condenan a muerte si llevas una cruz en el cuello. Todo depende tanto, que siempre depende del color del dinero o del petróleo, y el resto es parte de la retórica de la corrección populista. Y también depende de cómo se mueve la geopolítica. Libia es mala y Siria es medio buena, o medio no se sabe, mientras jugamos al despiste sobre centenares de cadáveres. Depende. Pero ¿cómo no va a depender si a Siria le permitimos que ocupara durante años Líbano, que financiara organizaciones terroristas y que dominara a su pueblo con la violencia? ¿Contamos nunca los muertos de Hamas, en manos del padre del dictador actual? ¿Veinte mil, treinta mil? Depende, de con qué manos hacemos la cuenta. O de si algún día aprendemos a contar. Y África, ¿de qué depende? De nada, porque la muerte africana no nos importa, aunque se cuente por miles. Y así el brutal tirano sudanés masacra con alegría, mientras en las profundidades del continente otras guerras imparten su credo. Pero hay muertos que no dependen de nuestra conciencia. Y vamos jugando a cambiar de pie en función de los barrios porque nuestra actitud de países libres no depende del amor a la libertad, sino del amor a nuestros intereses. Y si interesa una guerra, vemos dictaduras y víctimas. Pero si no interesa, nos volvemos ciegos. O vemos el bonito vestido de la tercera mujer de un emir. ¡Qué bien luce la alta costura en el harén de los dictadores! ¿Nos preocupa? Depende del número de ceros del cheque”…

-Remata la señora Rahola, apenas unos días atrás, el 22/10/11: “Participo del malestar de Lluís Foix, que en Can Cuní expresaba su rechazo a este tipo de ajusticiamientos que sólo dan la medida de lo que puede hacer el hombre cuando se convierte en masa. No. A Gadafi no debían asesinarlo, lo debían apresar y juzgar públicamente, para que la larga lista de sus crímenes pasara por delante de su tétrica mirada. Miles de ellos, los muertos de los atentados que financió, los muertos de los críticos que hizo matar, los muertos de los exiliados que hizo cazar, los muertos que él mismo asesinó. Y de entre los muertos, los vivos que sufrieron las amputaciones de sus castigos coránicos, las terroríficas cárceles donde se pudrían los cuerpos, las miradas escondidas de las mujeres segregadas, la memoria destruida de la cultura bereber prohibida. Todo a su alrededor era tiranía, violencia y miedo. Día a día, mes a mes, año a año durante... 41 largos años. Generaciones enteras bajo el terror. Ese terror hecho carne sin duda ha muerto como vivió, bajo la ley de la jungla. De momento el presente trae la buena noticia de la caída de esos dioses menores que fueron tiranos bárbaros. La cuestión es saber si el futuro no traerá dioses aún peores”…

Y, para endulzarnos la amarga píldora: Felipillo Calderón recordó en entrevista que Sócrates Rizzo, ex gobernador priísta, aceptó haber pactado en su gobierno con el narco. Domingrillo dice que el enojado PRI debería contestar así al indiscreto presidente: “Ya superamos la época del Rizzo, estamos en la del copete”…

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