viernes, 1 de abril de 2011

Indigenismo

Libia 2011. Francia abrió el fuego europeo con sus Mirage

Tomahawk, proyectiles-crucero de la coalición

Dinamarca aportó estos F-16. Y qué seguirá?

LA CORNADA

Por Renecio del Rincón t.

“La demagogia más peligrosa es aquella que tiene apariencias de debilidad”…

-Don Nemesio García Naranjo, Memorias.

Reza un supuesto sabio adagio: “Si al hablar no has de agradar, es mejor callar”… Estoy suponiendo que el escribir equivale al habla, y en este supuesto yo no voy de acuerdo con el dicho. Y menos en un medio social tan disparejo y carente de valores sólidos como el nuestro. En todo el país, no nada más en nuestra Sayula. Pienso que al escritor le sustenta no solamente el derecho a la libre expresión de sus ideas sino la obligación moral de dar a conocer a sus lectores lo que a su leal entender y saber es su documentada convicción de lo que constituye la verdad monda y lironda sobre cualquier asunto, sea éste histórico, cotidiano o meramente banal… Si a alguien molesta dicha verdad, ciertamente subjetiva, bien puede desmentirla o rebatirla a través de datos veraces o de argumentos razonados, y no tan sólo descalificarla campechanamente diciendo que el autor está equivocado, es tendencioso o malévolo… Todo ello muy a pesar de estar perfectamente conscientes de lo efímero y pasajero del periodismo en general, y de esta modalidad en especial. Lo que a mi juicio bien merece la reflexión del poeta Manuel Acuña sobre lo literario, quien de esta manera rimó: “la chispa transitoria / cuya luz ignorada / pasa sin merecer una mirada / de la pupila augusta de la historia”…

A mi entender, muchos apologistas y defensores del indigenismo andan algo confundidos en cuanto a las etapas históricas del devenir nacional y a las identidades de sus odiados chamucos institucionales. Ejemplo al calce en bicentenario. gob.mx: “El zapatista Paulino Martínez definió perfectamente la situación cuando afirmaba que algunos caudillos creyeron que con las “hermosas” palabras de “Sufragio Efectivo, no reelección” y derrocando al “dictador” Porfirio Díaz quedaba todo arreglado. Enorme error. A su juicio, el plan de Ayala: “es la condenación de la infidencia de un hombre que faltó a sus promesas y el pacto sagrado, la nueva alianza de la Revolución con el pueblo, para devolver a éste sus tierras y sus libertades que le fueron arrebatadas desde hace cuatro siglos, cuando el conquistador hizo pedazos la soberanía azteca…”. Ignorando el señor Paulino que su admirado Zapata sustentó siempre sus reclamaciones de tierras en las Mercedes Reales concedidas a las comunidades indígenas novohispanas por la propia Corona española… ¿En qué quedamos por fin, me quieres o no me quieres? Los aborrecidos gachupines, ¿les quitaron su tierra a los indígenas, o se las escrituraron…? Que alguien me explique por favor tamaña contradicción sobre la rapacidad conquistadora, ¿resabios de la ‘Leyenda Negra Española’ creada por sus adversarios europeos Francia e Inglaterra?...

Manido argumento el de esta casi instituida rapacidad hispana, que el autor de izquierda Francesco Ricciu, al tratar de denigrar la dictadura porfirista, echa por tierra en su libro ‘La Revolución Mexicana’, Ed. Brugera p 28, al aseverar convencido que la porfirista Ley de Tierras Vacantes de 1894 originó lo siguiente: “Es fácil imaginar (¡!) lo que sucedió. Las propiedades comunales indígenas fueron completamente disueltas y a los indios les arrancaron literalmente por la fuerza el suelo de sus antepasados. Para evitar resistencias y protestas, Díaz creó una milicia armada, el cuerpo famoso de los rurales, que puso al servicio de las compañías parceladoras y de los latifundistas que compraban las tierras”… Aventurada premisa que obligó al traductor español de dicha obra a espetar de su ronco pecho este razonamiento, justo al pie de la mencionada página: “El autor, a pesar de la clásica animadversión contra lo español, al afirmar esto no se da cuenta de que implícitamente admite que los conquistadores, nobles y clero habían respetado dichas propiedades comunes indígenas”. ¿Queréis mayor claridad, u os acerco el quinqué?...

Quizás el mayor reclamo contra el régimen porfirista lo sea la promulgación de la Ley de Tierras Vacantes, por la afectación a propiedades de comunidades indígenas que así permanecían: ociosas e improductivas, evidentemente por no ser de imperiosa necesidad a la comunidad. La inquietud de hacerlas producir a favor de la nación no fue invento original de don Porfirio, su paternidad bien puede adjudicársele al régimen liberal de don Benito Juárez con la legislación que desamortizó bienes de la Iglesia, mejor conocidos como “de manos muertas” y también las de comunidades indígenas que se encontraban en el caso que interviniera luego don Porfirio; mismas que estaban obstaculizando el progreso de México desde muchísimo tiempo atrás. Esta faceta del liberalismo juarista es poco propalada por la historia oficial, como lo es el convencimiento del señor Juárez, basado en su propia historia y desarrollo personal, de que el indígena debería integrarse totalmente -por medio de la educación- a la sociedad, sin privilegios ni derechos especiales por su indigenismo, como fuera el trato paternalista que la Corona Española les confiriera. Es poco conocido el hecho de que siendo Juárez gobernador de Oaxaca, sofocó por las armas un alzamiento de indígenas que demandaban trato privilegiado en la explotación de unas salinas. Lo que evidencia su leal convicción igualitaria, sin demérito alguno a su grandeza.

Y otros ejemplos también abundan en nuestra historia: el excelente amigo e historiógrafo de Sayula, don Federico Munguía Cárdenas, en su monumental obra La Provincia de Ávalos (tercera edición, p. 53) cita al que fuera Alcalde Mayor de Sayula en aquella época colonial, don Miguel Morett: En 1742 “se determinó traer por conductos subterráneos a expensas de este vecindario y sin gravamen para los yndios, un hermoso ojo de agua dulce, que a la vanda del Poniente de este pueblo se halla”… Haciendo referencia desde luego al manantial conocido entonces como El Coromillo y actualmente El Cedazo, que sigue, como ayer, aportando su caudal a esta ciudad sin distingo alguno de raza o color.

Agotaremos tan importante tema la semana próxima, si te parece, lector.

Y, para endulzarnos la amarga píldora: Una interesante estadística muestra que durante las cruzadas se fabricaron 22 mil cinturones de castidad, y 256 mil llaves para abrirlos...

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